El tribunal de la CIJ se permitió el libelo de genocidio de Sudáfrica al seguir adelante con un juicio y criticar a Israel por autodefensa contra Hamás. Pero los jueces rechazaron la petición de Pretoria de ordenar a Israel que detuviera la guerra. En cambio, el tribunal ordenó a Israel que impidiera actos de genocidio, castigara la incitación y facilitara la ayuda a los civiles, algo que Jerusalén ya está haciendo. Israel tendrá que informar en un mes y el tribunal podría tardar años en decidir sobre el fondo. Como escribe el profesor de derecho Eugene Kontorovich: “Esa es la alegría judía: nos difamaron, nos trataron como a ninguna otra democracia, socavaron nuestro derecho a la autodefensa, llevaron a la víctima a juicio, ¡pero podría haber sido peor!” Todo es cierto, y una orden de detener la guerra mientras Hamas mantiene territorio y 136 rehenes habría puesto a Israel en una situación difícil. La credibilidad de la ONU también está en juego, especialmente a través de Unrwa, en cuyos informes se basó el tribunal. Después de que Israel presentara pruebas de que 12 empleados de Unrwa participaron en el ataque del 7 de octubre, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el viernes una pausa en la financiación de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en espera de una investigación. Un nuevo informe de UN Watch, que se publicará y discutir&aacut…
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