La industria armamentista de Irán está creciendo rápidamente, convirtiendo al país en un exportador a gran escala de armas de alta tecnología y bajo costo cuyos clientes están molestando a Estados Unidos y sus socios en Medio Oriente, Ucrania y más allá. Una de las principales exportaciones de armas de Irán, un dron suicida Shahed, diseñado para transportar explosivos y estrellarse contra su objetivo, fue utilizado para matar a tres miembros del servicio estadounidense en Jordania en un ataque perpetrado por un grupo de milicias iraquíes el 28 de enero, dijeron funcionarios estadounidenses. Los drones suicidas de Irán ganaron prominencia internacional en 2019 cuando Arabia Saudita dijo que Irán o una de sus milicias aliadas estaba detrás de un complejo ataque con misiles y drones contra instalaciones petroleras sauditas, acusaciones que Irán negó. Para 2021, funcionarios de defensa en Estados Unidos, Europa e Israel advertían que la rápida evolución de la capacidad de Teherán para construir y desplegar drones estaba cambiando la ecuación de seguridad en Medio Oriente. Pero los drones suicidas de Irán en ese momento a menudo se fabricaban con componentes ampliamente disponibles utilizados en el mercado de drones comerciales y por aficionados. En 2021, los hutíes dispararon una media de 30 aviones no tripulados iraníes al mes, según el Instituto de Política de Oriente Próximo de Washingt…
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Si los drones comerciales y de vigilancia están ampliamente disponibles, ¿debería haber una mayor regulación internacional sobre tecnologías similares para uso militar?
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¿En su opinión, la proliferación de armas de alta tecnología y bajo costo, como los ’drones suicidas’ de Irán, hace que el mundo sea más o menos seguro?