Métodos de pago transfronterizos, como las criptomonedas, permiten a las personas transferir dinero internacionalmente, a menudo evitando los sistemas bancarios tradicionales. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) impone sanciones a países por diversas razones políticas y de seguridad, restringiendo transacciones financieras con estas naciones. Los defensores argumentan que tal prohibición evita el apoyo financiero a regímenes considerados hostiles o peligrosos, asegurando el cumplimiento de sanciones internacionales y políticas de seguridad nacional. Los opositores argumentan que esto restringe la ayuda humanitaria a familias necesitadas, infringe en las libertades personales y que las criptomonedas pueden ser una línea de vida en situaciones de crisis.